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Redes Sociales y sus demonios.

 


Todos conocemos los múltiples beneficios que nos ha traído el mundo de la tecnología y todos sus inventos en los últimos anos, no solamente es ver fotos o comentar los cosas que suben nuestros amigos sino acciones que valen mucho como reencontrarte con un buen amigo, familiar perdido, o simplemente encontrar el amor de tu vida, si el amor de tu vida que lindo se escucho.

Si lo vemos desde este punto de vista ya mencionado es lo mejor que ha podido llegar al mundo. Pero cuando volteamos la hoja y vemos las miles de cosas negativas que pueden ocurrir a través de ella cambiamos un poco de parecer.

En cierta etapa de nuestras vidas los jóvenes hacemos cosas que tal vez no es lo mejor, Si lo admito, No es lo mejor pero lo hacemos porque somos JOVENES y en circunstancias de la vida nos falta madures, aprendizaje o simplemente mostramos confianza en personas que al final del camino nos damos cuenta que NO fueron lo mejor.

Nunca he sido partidario de celebrar o simplemente alegrarme por las cosas negativas que le ocurren a nadie, ni siquiera a los de las personas que mi persona no les cae bien. NO entiendo como el ser humano puede difundir y hace tanto daño con una sola tecla de nuestros móviles o dispositivos tecnológicos llamada ENVIAR. Inmediatamente pulsamos esta tecla difundiendo cualquier estampa o grafica que atenta contra la moral de alguien estamos siendo cómplices sin juicio, ya que al final de daño hecho nadie hará nada para que las personas que se encargaron de publicar o hacer virales cosas como estas sean juzgados por la Ley.

Quiero hacer conciencia a todos mis seguidores y amigos que leen mi #blog a que seamos diferentes y no hagamos mal a nadie ya que cuando nos toque a nosotros vivir alguna situación similar, o simplemente vivamos un problema con similitudes entenderemos lo que se vive al pasar por esta amarga y fea experiencia, no se deje llevar por los demonios que están presentes en las redes y marque usted siempre la raya entre el bien y el mal.

Siempre les digo Sean felices, NO esperen nada de nadie y dejen que los sorprendan.


Escribe: Luis Felipe Núñez.

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