SANTIAGO.-La política se ha convertido en el estilo de vida de muchos artistas y comunicadores, quienes han prestado su imagen, tiempo y espacios para respaldar a los candidatos presidenciales.
Esto se ha convertido en una gran vorágine mediática, pero también se ha extrapolado a la vida personal y social de algunas figuras que han decidido ser parte de la maquinaria política dominicana.
   
No solo imagen de campañas políticas, sino voz de muchos candidatos y por supuesto servicios de maestría de ceremonias, comunicados vía redes sociales y todo un despliegue de propaganda ha sido parte de esta vehemencia con ciertos candidatos.
   
Por supuesto los medios electrónicos y redes sociales juegan un importante papel, para estos “influencer”, quienes no cesan de incentivar, motivar e inducir al voto por el partido que respaldan.
   
Todo indica que el compromiso que se hacen con ciertos candidatos es mayúsculo, a tal punto que estas figuras ni se inmutan por comentarios aviesos que dejan en sus redes.
   
Recordemos que cuando se es figura pública siempre ha sido cuesta arriba el hecho de identificarse con tal o cual candidato o partido político, pero en estos días el proselitismo farandulero ha estado más abierto y contundente que nunca.