¿La nueva generación quiere seguir estudiando?

Lic. Jose Julian Flores Kunhardt

Columnista

La nueva generación se ha enfrentado a muchos hechos que han cambiado las cosas de  como era antes, actualmente vivimos en un mundo nuevo el cual ha moldeado a la nueva generación y ha afectado a la educación superior en los últimos años, según las estadísticas institucionales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en el “Resumen Estadístico de la UASD, 2019” hubo un cantidad total de estudiantes de 243,886, en el “Resumen Estadístico de la UASD, 2020 3er. y 4to. Trimestre” hubieron 240,384 estudiantes y en el “Resumen Estadístico de la UASD, 2021 3er. y 4to. Trimestre” hubieron 156,699, lo cual muestra una tendencia a la disminución de los interesados en iniciar o continuar su educación superior. De los factores que han influenciado dicha conducta podemos encontrar los siguientes: 

Los Centennials o Generación Z son los nacidos después de 1995, crecieron en medio de la revolución tecnológica, en el contexto de Internet y las redes sociales. Son individuos que tienen una conexión natural con el mundo virtual y lo consideran parte de su comunidad. Gran parte de su experiencia educativa anterior se deriva de Internet, lo que plantea un desafío a la educación tradicional que actualmente tenemos en nuestro país, pero que sí se desarrolla correctamente en los medios digitales puede aportar un gran beneficio a la educación.

El desafío para la educación superior es conectar a los jóvenes de la nueva generación con su huella digital a entornos del mundo real, estos problemas pueden abordarse a través de nuevas metodologías de enseñanza asistidas por la tecnología. Este acercamiento a la realidad en el aula implica la renovación didáctica de la práctica docente, como nuevas formas de enseñanza y evaluación por parte del docente, y el uso de nuevas plataformas digitales para apoyar este proceso, ya que actualmente estamos viviendo la transformación de la educación en línea después de la pandemia que nos cambió la vida y si no nos adaptamos, la educación superior seguirá siendo afectada.

Debemos entender y escuchar a nuestros jóvenes, adecuarnos a su cosmovisión y no pretender forzarlos a convertirse en un modelo universitario con más de 1,000 años de existencia hecho para la era industrial, y deben encajar en la era digital donde nacieron y donde se desarrolla el mundo actual para que puedan tener éxito.